La educación ya no parece un factor clave para el crecimiento personal, y es uno de los factores en la problemática de la enseñanza.
Hay alguien que pide un trabajo, con poca formación, contratará a otro con menos formación aún, porque no está preparado para evaluar las condiciones de los otros.
Esta cadena de consecuencias viene dándose en diferentes niveles, algo que se le ha criticado a la “carrera” estatal es precisamente que el recambio permanente de actores implica un único talle de conocimientos, como si los puestos políticos fuera independientes de los conocimientos; un modelo que se está llevando a los extremos en los puestos de trabajo también en el sector privado.
Los países latinoamericanos, históricamente tienden a nivelar la educación disminuyéndola. Actualmente, es desafío en todo el mundo, la superación de los conocimientos superfluos, pero que parecen servir, que ofrece la inmediatez de la Internet.
La escuela tiene que competir con un “docente” más divertido, la conexión, en un medio sin reglas ni obligaciones, la Internet.
Un medio que parece tener todas las respuestas, por lo que estudiar al paso lento de las instituciones ofrece una desventaja importante en el mercado del adulto.
Los jóvenes que están en las redes sociales, tienen mejores posibilidades de quedarse con trabajo para los cuales no están calificados, que los que llevan adelante las condiciones educativas formales.
Para cuando se cumple con el tiempo de la obtención de un título, parece tarde, ya están preparados y con experiencia adquirida a los tumbos por un mercado que exige conocimientos que no imparten en los centros educativos.
No estamos preparados para el avance tecnológico, las instituciones educativas, las escuelas y colegios están realizando una actividad social, más importante, que la del conocimiento.
La frágil estructura psíquica de los niños ha cobrado una importancia superior a sus capacidades para absorber el conocimiento que obtiene en las escuelas.
El éxito, está lejos de depender de la educación, cuando hay tanto mito sobre ideas que a partieron de oscuros garajes y terminaron en negocios más lucrativos que empañan el efecto de obtener un título de medicina, ingeniería o cualquier otro.
Los discursos sobre la educación como escalón para mejorar el nivel socio económico, ya no es tan convincente.
El sistema educativo, era parte de un engranaje que permitía desarrollar cualidades emprendedoras, y a compensar desventajas sociales, pero eso ha sido superado, ya no es un estigma siquiera escribir mal, es más bien un signo de los tiempos, una onda de actualidad.
El estado Argentino, ha reaccionado acercando las herramientas en los primeros niveles, repartiendo netbooks, conectando a la red a las escuelas, sin embargo, el problema de fondo no son las herramientas, sino los procesos educativos que se han vuelto superfluos y las escuelas son vividas por los niños como un espacio social, más que educativo, algo había que hacer para mantener a los niños con la obligación de las escuelas, la economía de los adultos se basa en el factor que los niños tengan al menos medio día de estar en un lugar aprendiendo algo.
Esta generación serán los que asumirán las carreras del futuro, médicos, ingenieros, abogados, una generación que no se da tiempo para aprender, porque las respuestas están en Internet, ellos no necesitan saberlas.
Habrá que ver cómo se resolverá el mundo económico y social con esta experimentación permanente que es la sociedad humana.