Una frase recopilada por dichos de dirigentes peronistas en referencia a partidarios que por oposición al Kirchnerismo, se mudaron a las filas de Macri.
Sin terminar el primer mes de mandato Macri ha lanzado sus propuestas, sin esperar consenso de ningún partido o instituciones oficiales, sin confianza en el método político, propone el método autoritario, decretazos y golpes de efecto; despidos, represión, acciones que sorprenden a su debilitados cómplices peronistas, que sin derecho a réplica, como todo traidor, observa impotente, arrinconado en su rol que fue utilizado para llegar a la presidencia y ahora menospreciado.
Ya puede escucharse lo que antes fue un débil clamor, Macri emprendió masivos despidos, incluyendo gente que usó para llegar al puesto de presidente, de preferencia, primero los traidores, como hizo con el líder de la UCR, siguiendo con los que no está representados por gremios, contratados en el estado y sin apoyo para el trabajador común, permite sin control el despido en la actividad privada.
El peronismo, tarde y lento, está despertando a una realidad que muchos gritaban, mismo Scioli en el mentado de debate en que los medios aprovecharon para distorsionar el resultado colocándolo en el lugar del perdedor.
Los analistas serios vieron un debate con un Macri distendido, sin más palabras que las de la campaña, guión pergeñado por Durán Barba, que no sería necesario sostener, sin proyectos ni equipos, con chicanas infantiles sin necesidad de nada más, mientras el adversario intentaba sacarlo de ese papel sin éxito.
Los medios se quedaron con el gesto distendido y el de preocupación por Scioli, quien consciente de lo inútil de debate, estaba vivienda algo que ya sabía que ocurriría, sin defensa ante el blindaje periodístico, perdió, según esa prensa por el mero hecho de difundir su incomodidad, dejando de lado el contenido. El esfuerzo de Scioli, la cáscara vacía de Macri le dio lo que ya se sabía, prensa para seguir diciendo lo que no haría, que Scioli y sus votantes sabían que haría: ajustes, pérdida de empleo, endeudamiento, problemas con las jubilaciones, entrega de las empresas nacionales, nepotismo, contrataciones directas, prepagas de salud sin control, obras públicas en manos de su propio grupo –contratación de la flota de aviones del grupo SOCMA a la cual pertenece-, nombrar jueces propios; todo tipo de acción para construir una plataforma de impunidad.
El peronismo, tal vez tarde, está comenzando a reaccionar, este sábado propuso una reunión cumple del PJ bonaerense, con la idea de plantear un frente común, y emitir un mensaje de unión frente a las acciones de Macri, ya sin control ni respeto a los convenios que hubo para lograr la presidencia.
A pesar de saberse que el destino de los traidores es siempre el mismo, ser eliminados de la ecuación, algunos no aprenden, y piensan que están a tiempo de pasarse nuevamente a alinear.
Pero una vez que testearon tu precio, es muy difícil enfrentar un cambio.
El PJ ha decepcionado seriamente a sus seguidores, se observó mismo en las redes sociales, la gente se borró de grupos de resistencia, el sentimiento de traición fue contundente.
Las declaraciones de dirigentes del PJ, en interpretación de algunos es la de llamar a los tibios como Diego Bossio, de la bonaerense, o al salteño Juan Manuel Urtubey, ahora defraudados por el macrismo, traicionados, como ellos mismos hicieron.
La idea de la reunión es presentar una oposición clara contra el macrismo, que una vez logrado el propósito, estaría dejando de lado la consulta con sus recientes socios, dejando más claro aún que el puesto de presidente será usado para actuar con autonomía, devolviendo favores a los poderes económicos y saltándose los políticos.
Algunos de los dirigentes que dijeron sí a la reunión, son o fueron, no se sabe, socios políticos con Massa, que ahora se muestra en fotografías con Macri en Davos, aunque se presentó como la Oposición, muchos saben que es sólo un decir, Massa es el pescador que está esperando el revuelo, mientras tanto aprende las líneas de acción de Macri, dejando en claro líneas de acción en las que estaría interesado.
Massa y Macri comparten mucho más que las M es sus apellidos.
La propuesta del peronismo será marcar una agenda con Macri con los temas que están incomodando al partido.
Los analistas ya indican que son movidas para conformar a los propios partidarios, ya que si hay alguna clara señal por parte del PRO, es que lo tiene sin cuidado la oposición, de cualquier bandería que provenga, ni siquiera tiene en cuenta al Congreso.
EL mensaje es, volver a representar a los trabajadores, a los jubilados, proteger la industria nacional.
Algunos piensan que se acordaron un poco tarde de los valores que representaban.
Otros comentan que de ser la gente el detonante convocante, el apoyo hubiera funcionado, pero la reunión parece ser el efecto del extraño movimiento de dinero hacia la capital, bocados de coparticipación de provincias, probablemente kirchneristas, de control del PJ, en realidad.
La agenda sería, los decretazos, despidos y porcentajes de coparticipación, aunque no en ese orden.
Lo que definiría la importancia del gesto sería la participación Camporista, indefinida y extrañamente silenciada, por el momento.
La obvia pérdida del poder del la estructura del PJ, sería uno de los hechos en que Macri basaría su impunidad para, a punta de decretos, avanzar con sus propuestas, sin consensuar, ni esperar la vía legal, la del Congreso.
Esta reunión será en realidad un test para la reunión importante, que se daría el 2 de febrero, en la que esperan mostrar un frente unido, tratando de solucionar los asuntos territoriales y políticos que los han llevado hasta este punto.
Algunos vaticinan el fin de una era, en la que la palabra Perón, ya no estaría ligada a los “ismos” como indicador de pensamiento político, hay demasiados dirigentes alfas esperando por su porción, dicen.