Si bien la forma de exponer y expandir la influencia de la belleza y el arte ha sido tocado por el arte, como en todas las actividades del ser humano, las artes, ha recibido una influencia notable en las técnicas, pero lejos de hacer desaparecer las técnicas antiguas, las mismas se revalorizan.
Los artistas plásticos, no podrás dejar de lado la expresión de viejos valores en técnicas, como la orfebrería, por ejemplo, la misma pintura, el arte del vidrio, técnicas que nacieron y han venido para quedarse.
La tendencia es a incorporar todo método que recurre a impresionar sobre las percepciones, no sólo de la vista, sino del tacto, del olfato, el aprecio por lo artístico es una mezcla que impacta en los sentidos de una forma única en cada individuo, y ese es su valor más extraordinario.
El conjunto de formas de representación que ha incorporado la tecnología parece sujeto –de sujetado-, a un medio plano, luminoso, la pantalla; sin embargo esa limitación no es tal, sobre todo en los dispositivos sensibles al tacto, por ejemplo, que bien podrían no ser planos; o los que detectan el movimiento del cuerpo y proyectan imágenes; la vitalidad de nuestra intervención no está confinada por la tecnología, la complementa y empuja sus límites hacia una mecánica del cuerpo o de nuestra forma de expresarnos.
Por el momento, la proporción, es quizás una especie de frontera, mientras todo tiende a ser cómodo para nuestras manos, las sensaciones recorren el cuerpo; aunque parezca que usamos el cerebro para traducir esas nuevas formas de transmitir conocimiento, el cuerpo está comprometido en diversas convenciones; el arte será el encargado de convertirlo, de repensar los objetos como formas impensadas.
Por ahora, la pantalla parece limitante, e incluso los objetos preparados para ser percibidos con sentidos determinados, el tacto y el tamaño de nuestras manos, más allá de un sistema utilitario, esperando para que el arte subvierta su significación.
De arte estamos hechos, así como de ceros y unos, ese lenguaje del universo, toda esa materia al alcance de la imaginación de los artistas, es parte del sentido de la vida.
Estamos hechos de materia, pero nuestro sentido de existencia exige salirnos de la sujeción de lo convencional. La tecnología no será una excepción.
