Asumamos que, como es prácticamente un hecho, se termina aprobando el Presupuesto 2019 y según consta en su Planilla Anexa al Art 40, queda autorizado el endeudamiento por 340MMEuros para la ¨Adquisición de Patrulleros Oceánicos – OPV¨, como reza el renglón del mencionado Anexo.
Lo único que habría cambiado después de la aprobación del Presupuesto es que el Poder Ejecutivo tiene algo así como un ¨permiso¨ legislativo para endeudarnos a todos en hasta 340MMeuros para comprar barcos de patrulla marítima. Punto. Eso es todo lo que pasó.
Puede ser muy malo o muy bueno. Depende de lo que Macri decida hacer con ese permiso.
Pero esto no lo obliga a cometer un peligroso error histórico (comprarlos con sobreprecio al astillero mas corrupto del mundo) ni tampoco a hacer lo correcto -aunque debería- que sería usar esos recursos para construirlos competitivamente en el país.
Imaginemos al presidente ante esta decisión en Casa Rosada, rodeado de sus asesores:
- Seguro que se preguntaría para que eran esos buques. Y de inmediato recordaría a los almirantes mostrándole las imágenes de los barcos ilegales robándonos nuestra riqueza ictícola sin que podamos hacer prácticamente nada y pidiéndole urgencia en la compra de la flota de OPVs pues hace 40 años que no tienen un barco nuevo y éstos además se repagarían solos, con la reducción de la pesca ilegal.
Macri no tendría dudas de que es necesario tener estos barcos cuanto antes.
- Después se podría preguntar si es mejor importarlos en vez de construirlos acá. Allí le recordarían que el ARS es el único astillero capaz pero que seguro que nunca los entregarían y terminarían saliendo tres veces más caros que importarlos.
- Repreguntando sobre si Tandanor podría hacerlos le dirían que sólo se dedica a la reparación, no a la construcción, que no tiene experiencia y que prepararlo llevaría mucho tiempo y se estaría agrandando al estado industrial en vez de achicarlo.
- Si llegara a seguir insistiendo y preguntara sobre astilleros privados, le dirían que son muy chicos y que sólo hacen barquitos de pesca, remolcadorcitos o barcazas sin motor. Y que además, no podrían financiar ni garantizar las construcciones.
Quizás -difícilmente- recordaría que le habían mencionado otra alternativa nacional publico-privada con participación externa en el financiamiento y la provisión de equipos pero que la Armada no la quería y que era mucho más compleja que la importación. Esa alternativa hablaba de 4000 puestos de trabajo y 200 MMusd de ahorro de divisas.
- Finalmente volvería a pedir la oferta de Francia y el análisis comparativo que ya le habían mostrado antes y que reflejaba las virtudes de la oferta gala, especialmente en lo referido al voto favorable de Macron para permitir el acceso del biodiesel nacional al mercado europeo
- Como conclusión, Macri podría decir algo así:
- Parecería que en el mejor de los casos, si lográramos realmente construir estos barcos acá, generarían un impacto económico muy inferior al que se genera en el campo con el biodiesel y además nos aseguramos una fecha cierta para empezar a terminar con la pesca ilegal.
- Si no hay otra opinión al respecto confirmen la firma con Macron y avancemos con los otros puntos que se hace tarde.