Estudiar una carrera universitaria en cualquiera de las universidades públicas del panorama formativo español no es fácil. Fundamentalmente porque, en realidad, el funcionamiento de esta noble y antigua institución del saber en nuestro país contradice el adjetivo que le da forma al concepto.
Porque «pública» debería ser «gratuita», pero por desgracia no es así, y es imperativo pagar una cierta cantidad para matricularse en cualquier carrera. Cantidad que, para muchas personas, es excesiva. No debemos cerrar los ojos y obviar el hecho de que muchos estudiantes se ven obligados a abandonar sus estudios por imposibilidad de pago.
¿Significa eso que cualquier persona incapaz de pagar las elevadas cifras de la carrera universitaria debería renunciar de antemano a sus sueños? En absoluto, porque afortunadamente siempre hay opciones, la mayoría de las cuales todavía ignoradas por muchos aspirantes.
La posibilidad de financiar parte de la matrícula con los novedosos créditos rápidos de WannaCash.es es una de ellas, y es una alternativa útil en los momentos de mayor sequía económica de los estudiantes. Sin embargo, la propia matriculación universitaria ofrece numerosas opciones, como por ejemplo el pago a plazos, un desahogo importante para aquellas personas que necesitan obtener el dinero poco a poco.
Pero, más allá de eso, existen las becas del Ministerio de Educación y Cultura, y normalmente se conceden a personas cuya renta inferior es mínima o se ven obligadas a afrontar otros gastos, como el alquiler de habitaciones y de manutención en caso de traslado a otra ciudad.
De todas formas, y superado el mal trago del pago inicial, con el paso de los cursos, y en función de los méritos del alumno, aparecen nuevas posibilidades en el horizonte. No debemos olvidar que las matrículas de honor descuentan el precio de la asignatura en la que se ha alcanzado tal honor.
En resumidas cuentas, ninguna persona con auténticas ganas de estudiar una carrera universitaria pero sin posibilidades económicas sólidas debería renunciar a su sueño antes de tiempo. Eso sí, estaría bien que algún día la universidad pública española pudiera ser exactamente eso. Solo el tiempo dirá si alcanzaremos esa meta.