No hay nada como la calidez que transmiten los suelos de madera, calidez y belleza que transforman una casa en un hogar.
Ese encanto especial y único que solo los pavimentos de madera confieren a cada estancia de una casa, no lo encontramos en otros tipos de suelo. Caminar descalzo es muy saludable para nuestros pies y hacerlo sobre un suelo de roble, nos transporta inmediatamente a la similar sensación de caminar por un parque natural.
La opción de instalar suelos de madera en una vivienda, confiere a nuestra casa un aire de confort y calidez que envuelve cada habitación y que inspira cada uno de nuestros cinco sentidos.
Según la composición de las lamas de madera, tendríamos el parquet multicapa, las tarimas de madera maciza y los laminados de madera, muy resistentes a los golpes y a los rayados.
Por otro lado, hacer una buena elección sobre el tamaño de las lamas es importante a la hora de aportar más amplitud a una estancia pero, eso sí, teniendo muy en cuenta la proporcionalidad; porque como ocurre con todo, si ponemos lamas demasiado largas en una habitación pequeña a objeto que parezca, visualmente, más grande, podemos conseguir el efecto contrario; una vez más, la perfección se encuentra en el equilibrio.
Respecto a la colocación de los pavimentos de madera, lo más común, es poner las lamas en sentido longitudinal, o de forma perpendicular para ampliar, a la vista, una estancia; generalmente, se recurre a esta forma de colocación en los pasillos. Pero, también se pueden colocar en forma de espiga, un parquet en espiga confiere un estilo tradicional y elegante; los parquet en espiga se suelen ver principalmente en casas antiguas, ya que hace unos cuantos años atrás, era la forma más común de colocarlo y, en la actualidad, la instalación del parquet en espiga se ha recuperado, y la verdad es que los resultados son espectaculares; un toque de tradición en el suelo, combinado con un mobiliario moderno y de líneas sencillas, consigue un efecto decorativo muy estético.
Para gustos colores y, en concepto de moda, no hay nada escrito. Combinar tradición y modernidad, o bien, optar por un estilo rústico, o totalmente clásico... Instalar pavimentos de madera en colores claros, oscuros, intermedios. Colocar un suelo de roble componiendo formas geométricas, o un parquet en espiga, o una tarima de madera en líneas rectas longitudinales. Todo es a gusto del consumidor.