Estamos acostumbrados a ver repostería de calidad. Aquí y allá, salimos a desayunar o a merendar, y a lo mejor con el café o con el zumo de naranja pedimos una porción de tarta, una galleta de sabores y formas variadas, o una crêpe rellena de Nutella o plátano. No solemos pensar en su elaboración salvo para disfrutar de su sabor y deleitarnos con su esponjosidad, o su tacto crujiente en el caso de las galletas. Sin embargo, detrás de cada tarta, de cada pastel, de cada galleta artesanal, ya hablemos de una cafetería o de una pastelería industrial de Madrid, hay uno o varios profesionales que tienen los conocimientos necesarios para cocinar esas perfectas creaciones.
El trabajo del repostero es, por un lado, divertido. Siempre es un trabajo creativo, pero al mismo tiempo es necesario poner la técnica y la precisión al servicio de esa creatividad. Una tarta no se diseña de la noche a la mañana, y menos aún si es artesanal. En cuanto a las fábricas de pastelería, cada modelo de creación artesanal ha sido concebido para posteriormente fabricarse en masa y llegar a muchas grandes, medianas y pequeñas superficies de muchos puntos de venta distintos. Con lo cual, es necesario no solo que ese diseño sea estético y también compatible con los ingredientes y los sabores que tengamos en mente, sino que también esté bien hecho.
Es ahí donde entra en juego la inestimable labor de los reposteros y las reposteras, cuyo valor se reduplica en épocas especialmente delicadas. Por ejemplo, en Navidades, ya que en nuestro país no concebimos esas fechas sin los tradicionales roscones de Reyes. Se comercializan cientos de miles de ellos en innumerables pastelerías y grandes superficies de todo el país, y las personas que los compran desean disfrutar de su sabor inconfundible en una de las épocas más bonitas del año, sobre todo si hay niños de por medio.
Aprender repostería, por lo tanto, no es sencillo, ya que dominar esas técnicas, necesarias para elaborar productos exquisitos, requiere de tiempo, esfuerzo y paciencia. Por eso es una profesión digna de respeto.