Aprender psicología es un camino que podemos hacer en varias fases, pero también escogiendo muchas vías posibles para llegar a nuestro objetivo, que es formarnos. La vía autodidacta siempre es útil, puesto que nosotros elegimos qué queremos saber y cuándo queremos saberlo. Por otro lado, leer manuales, ver documentales o asistir a charlas y conferencias especializadas sobre el tema siempre es un buen complemento a una carrera universitaria, que puede ser presencial, en cualquier universidad donde oferten estudios de grado de psicología, o a distancia.
Internet, y en general las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, han facilitado el proceso del aprendizaje autodidacta. La psicología no se ha quedado al margen de la explosión de información que ha supuesto la llegada de internet, y no solo encontramos sitios webs de sociedades de psicología especializadas, como sería el caso de Sepa en España, sino foros de discusión, wikis con conceptos y terminología relacionados con la disciplina, blogs de contenidos didácticos y mucho más.
Por añadidura, la iniciativa Open Access, aprobada en Budapest en 2002 y refrendada en Bethesda y Berlín en 2003, facilita mucho las cosas, puesto que se trata de un movimiento que busca publicar en acceso abierto, de manera gratuita para todo el mundo y sin perjuicio de los derechos de autor, todos aquellos artículos académicos o tesis doctorales, entre otros documentos de interés, relacionados con numerosas disciplinas del saber.
Siguiendo con el ejemplo anterior, Socidad Española de Psicología Analítica, no es la única forma de aprender sobre Jung y su pensamiento, podemos acceder también a repositorios institucionales y temáticos para leer literatura interesante y útil sobre la psicología junguiana. Y no solo eso, también sobre Freud y el psicoanálisis, sobre psicología y antropología, sobre psicoterapia y herramientas terapéuticas emergentes, sobre los orígenes filosóficos de la ciencia, y mucho más.
En definitiva, hoy en día se impone un modelo de aprendizaje autónomo y dinámico que supera las tradicionales clases magistrales, si bien todavía existen y son un buen elemento de enseñanza. No obstante, no debemos subestimar el poder de internet y de las nuevas tecnologías. Son los profesores que necesitamos.