Sin duda, cuando entramos en edificios públicos, sean administrativos, una biblioteca o tal vez un centro comercial, nos sentimos mucho más seguros cuando localizamos cámaras de seguridad, o sencillamente advertimos el cartel que informa de que la zona está videovigilada. Esto último, por ejemplo, cada vez es más común en edificios de viviendas; con lo cual, podemos volver a casa de noche, sin ir más lejos, y respirar un poco mejor. La seguridad, a fin de cuentas, es lo primero, sobre todo en los espacios privados. Tal vez haya sido en parte la pandemia mundial del COVID-19 la que nos haya desatado o potenciado esta necesidad, pero el caso es que está ahí, y tenemos derecho a desear que los lugares en los que vivimos o los que visitamos estén, en cierto modo, blindados.
Es más, si en algún momento tomamos la decisión de invertir nuestro dinero en adquirir nuestras propias cámaras de vigilancia analógicas, no deberíamos pensarlo dos veces. Nadie tiene derecho tampoco a cuestionarnos o a decirnos que, tal vez, estamos exagerando, sobre todo si en casa viven mascotas, niños pequeños y personas que dependen de nosotros en general. Para empezar, es nuestro dinero; y para continuar, es nuestro hogar y nosotros decidimos cómo gestionarlo. Y si la instalación de cámaras de seguridad es nuestra manera de hacerlo, no hay más que hablar ni hay debate posible. Además, puede que nuestra casa sea nuestro lugar de trabajo, que regentemos un local justo debajo, etc. Hay cientos de supuestos al respecto.
Hemos puesto de ejemplo las cámaras analógicas porque, a fin de cuentas, son los sistemas de vigilancia estándar, cumplen con su función básica y no necesitamos mucho más para proteger hogares o negocios pequeños. Sin embargo, hay otro tipo de cámaras; y por qué no, puede que incluso nos interesen más. Uno de los modelos más modernos y actuales del mercado son las cámaras de vigilancia IP, que tienen mucho de tecnología digital y mucha eficiencia tanto en ahorro energético como en funcionamiento. Al final, cualquier cámara que escojamos nos ayudará en nuestro cometido de protegernos y proteger.