Cuando nos vamos de vacaciones con niños pequeños y adolescentes, nos vamos con un extra de dificultad, sea verano, invierno o cualquier otra estación del año. Los más pequeños, para empezar, pueden sentirse descolocados, tal vez triste, si salen de casa y se encuentran en un entorno frío. Además, las medidas de protección sanitaria frente a la pandemia de los alojamientos turísticos, si bien necesarios, contribuyen a aumentar esa tensión y esa sensación de decaimiento hasta en los adultos. En cuanto a los adolescentes, es más complejo, ya que es probable que ya tuvieran sus propios planes con amigos.
¿Qué podemos hacer, pues, para que se sientan a gusto en unas vacaciones en familia? No intentar convencerlos por todos los medios de que las vacaciones son realmente relajantes y divertidas, sino conseguir que lo sean realmente y que ellos se den cuenta. Y lo podemos conseguir, por ejemplo, si optamos por el alquiler de casas de lujo en Menorca. El nombre del alojamiento ya lo dice todo, pero empecemos por el destino: Menorca. Una isla que no aburre. Una isla que no solo está rodeada de calas de arena blanca que en verano hacen las delicias de los nadadores y de los amantes de la playa, sino que se complementa con parques naturales, acantilados, cuevas, monumentos prehistóricos, pueblos agradables y ciudades muy animadas.
Pero, si además de visitar un destino precioso y estimulante sabemos alquilar buenos alojamientos, en este caso cualquiera de las fantásticas villas de Menorca, no cabe duda de que adultos, adolescentes y niños por igual se adaptarán enseguida y empezarán a disfrutar de las vacaciones. Los niños podrán correr por las enormes extensiones de césped. Los adolescentes pueden, si quieren, quedarse un ratito en un cuarto cien por cien privado para hablar con sus amigos y mandarles fotos del viaje. Los adultos podrán charlar en las agradables y hogareñas terrazas.
Y en todos los casos, la familia al completo disfrutará dándose un baño bajo el sol en la piscina privada, una característica estrella de las casas en Menorca. ¿Qué mejor manera de convencer a los más jóvenes?