A todos nos encanta ver fotos y vídeos de un boda aunque no hayamos estado allí. Porque, por lo general, suelen ser acontecimientos no solo felices y llenos de sonrisas radiantes, sino también elegantes y glamurosos. En primer plano destacan siempre los vestidos de novia y los trajes de novia, estos últimos cada vez más dado que, por suerte, la moda nupcial masculina empieza a diversificarse en cuanto a modelos, gamas cromáticas y complementos originales. Pero también es interesante admirar los atuendos de las damas de honor, de la familia y de los invitados de excepción. Sin olvidarnos, claro está, de la decoración de iglesia y banquete.
Las fotos en cuestión incluso nos podrían ayudar a nosotros y nosotras mismas a organizar nuestra propia boda, si sabemos que tarde o temprano acabaremos contrayendo nupcias e iniciando también nuestra feliz vida matrimonial. Para empezar, ver documentos gráficos de bodas felices en plena pandemia del coronavirus, con las correspondientes medidas de seguridad y, por supuesto, las mascarillas, en este caso confeccionadas para la ocasión y a juego con los trajes de novio en Barcelona y los fastuosos vestidos de novia de diversas tonalidades, puede ayudarnos a tomar conciencia de que, en realidad, no es tan malo casarse ahora, con los tiempos que corren.
Claro que, mientras tanto, seguimos deseando que la crisis sanitaria toque a su fin. No hay ninguna prisa. ¿Tal vez el próximo año? Para entonces, ya tendremos al menos una referencia de una buena sastrería a medida, si hemos tenido el buen tino de preguntar al novio o a la novia de las fotos en cuestión dónde adquirieron esos modelos nupciales tan hermosos. De hecho, lo más recomendable es ir haciéndonos un banco de imágenes y una lista de establecimientos, sastrerías, boutiques y otros, para ahorrarnos el estrés de la búsqueda cuando nuestra boda se convierta en un acontecimiento futuro real.
Al final, lo que importa es casarnos y empezar una feliz vida en pareja. Pero siempre constituirá un inicio sobresaliente organizar la boda fastuosa que queremos, ataviados y ataviadas, junto con nuestra pareja, de los trajes más bonitos.