Pasado un tiempo, es normal que a muchos de nosotros se nos activen las ganas de seguir formándonos. De alguna manera, por mucho que hayamos encontrado trabajo, podemos sentir que nos estancamos, o que hay una serie de conocimientos teóricos y prácticos que, de tenerlos, nos abrirían muchas más puertas hacia las oportunidades laborales de toda índole. Esto nos ocurre a todos los trabajadores con total independencia de nuestro sector laboral, pero merece la pena mencionar en específico el de la construcción. Tal vez porque, de entrada, se podría concebir erróneamente la idea de que en los trabajos más físicos no hace falta seguir aprendiendo.
Cualquier albañil profesional, sin ir más lejos, desmentirá rápido esa observación con prejuicios, sobre todo si no hace mucho ha decidido realizar un útil y flexible curso de albañilería de 20 horas online. Aunque su titulación básica, efectivamente, sirve para trabajar y ser considerado un albañil de categoría, no todos los proyectos arquitectónicos en los que trabaje serán iguales, ni todos exigirán la misma cantidad de conocimientos o el mismo tipo de aplicación. No es igual, por ejemplo, un modesto edificio de viviendas estándar, que una biblioteca pública, o en general cualquier tipo de edificio que preste servicios a la ciudadanía y cuyo diseño sea, de base, tan funcional como estético. La exigencia es mayor.
Por seguir con profesiones afines, en cualquier momento de su vida profesional un fontanero podría tomar la decisión de realizar un curso de 20 horas de fontanería y climatización. En este caso, más que un paquete formativo destinado a profundizar en lo que ya sabe el trabajador, como fue el caso anteriormente señalado, hablamos de un curso complementario que ofrece nuevos conocimientos. En este caso, una especialización concreta en el concepto del clima y sus oscilaciones, y su influencia sobre las redes hidráulicas o las cañerías.
Estos cursos, como cualquier otro eminentemente teórico, por ejemplo un curso REA que ofrezca pautas de aplicación de los protocolos de prevención frente a la COVID-19 en el ámbito de la construcción, son importantes para mejorar como profesional y ofrecer un servicio de calidad mayor.