Aunque la primavera en ocasiones nos obsequia con días más fríos, es inevitable ir notando cómo, de manera progresiva, las temperaturas aumentan y el sol brilla. El verano se aproxima inexorable y el de este año, además, es especial, dado que por primera vez desde los inicios de la pandemia del coronavirus ya no es obligatorio llevar mascarilla en interiores, con la notable excepción del transporte público, las farmacias y los hospitales. Dicho de otro modo, entramos en la época de playa y vacaciones en una normalidad todavía más nueva y quizá un poquito más parecida a la existente antes de marzo de 2020. En estas circunstancias, tal vez sea un buen momento para hacer una escapada a un destino paradisíaco y, en cierto modo, hogareño. Para ello, podemos optar, y no nos equivocaremos, por el alquiler de casas de lujo en Menorca.

Empecemos hablando de la isla. Joya balear y del Mediterráneo, protegida por múltiples legislaciones y tratados internacionales, Menorca es, sin lugar a dudas, un lugar en el que merece mucho la pena perderse. Si ante todo buscamos playas, no nos decepcionarán las calas Turqueta, Macarelleta, etc., ni desde luego las no pocas playas vírgenes, íntimas y sugestivas, que podremos hallar también si conducimos un poco más. También, frondosos parques naturales llenos de flora y fauna endémica, huellas de la arquitectura talayótica de hace mil años, pueblos pesqueros que ofrecen deliciosa gastronomía del mar y animadas urbes ¿Qué falta? Un buen alojamiento; y aunque hoteles y apartamentos no faltan, las villas de Menorca siempre mejorarán la experiencia.

Estas villas hacen gala de un estilo arquitectónico que rinde homenaje a las tradiciones culturales de la isla, a las más visuales. Tejados rojos, paredes níveas, terrazas de aspecto antiguo, césped y árboles autóctonos, etc. Pero, por si esto fuera poco, dichas tradiciones se entremezclan con los servicios más modernos y eficientes y, en definitiva, más lujosos, como las piscinas privadas, la conexión a internet o el mobiliario. SI nos convence la idea, es tan fácil como acudir a internet y buscar alojamiento en Menorca. El verano nos pondrá fácil encontrar la mejor.