Se acerca el verano y una de nuestras posibilidades vacacionales, entretenida, dinámica y siempre asequible, es conducir con nuestro propio coche privado a un espacio natural hermoso y digno de contemplación, como la costa o un soleado bosque. Sin embargo, ello también abre la puerta a una serie de posibilidades nada divertidas, como sufrir una avería debido al trote que tal vez estamos planeando darle al vehículo en cuestión. Además, más allá de eso, puede que no queramos conformarnos con viajar en coche unos pocos kilómetros y tengamos ganas de disfrutar de un destino turístico que no hemos visitado nunca. Existe, por suerte, una solución intermedia y en un lugar maravilloso: el alquiler de coches en Menorca. A fin de cuentas, no hay mejor lugar para desconectar que esta preciosa isla llena de calas de arena blanca, zonas verdes, pueblos pesqueros y monumentos prehistóricos de toda índole.
En cuanto al primer problema mencionado, también se resuelve. Cuando alquilamos un vehículo, no estamos haciendo uso del nuestro, de modo que no tendremos que preocuparnos por repararlo a continuación para poder utilizarlo, una vez terminen nuestras vacaciones, para acudir al trabajo o resolver otro tipo de responsabilidades. Podremos relajarnos y disfrutar del hecho de que, gracias al rent a car en Menorca, tenemos la isla casi al alcance de nuestra mano, sin restricciones en cuestiones de horarios o frecuencias del transporte público. Eso significa que, en un mismo día, podemos acudir a una playa virgen de difícil acceso, y poco después visitar una necrópolis talayótica escondida en algún lugar de la espesura o de las grandes extensiones de campo menorquinas.
Cabe mencionar también que, disponiendo de un coche privado gracias al práctico servicio de car hire en Menorca, nuestro viaje del aeropuerto al alojamiento y viceversa será rápido e inmediato. Por tanto, cuando aterricemos, podremos llegar rápido a nuestro destino para refrescarnos y descansar; y cuando nos vayamos, no nos causará ansiedad la idea de no llegar a tiempo al avión por culpa del transporte público, por ejemplo de retrasos inesperados. En definitiva, si queremos unas vacaciones fantásticas y cómodas, esta es una excelente opción.