A veces ocurren milagros aparentes
y el cemento arroja flores,
los escépticos suelen dañarlo todo
y afirman que cayeron del árbol.
Siempre renacen los prodigios
y el pavimento mece los pétalos,
los crédulos mantenemos el candor
y seguimos viendo ocurrir quimeras.
© Alfredo Cedeño