La inocencia se embadurna y traza
avivando el cartón de parda textura,
el cordel lo maniata y corta el vuelo
antes que le broten alas al techo…
Y deje sin fuentes ni aves la plaza
o salten los puntos dulces de verdura,
hasta lograr estar cerquita del cielo
y se le abra el mundo en el pecho.
© Alfredo Cedeño