En esta nota se explica, paso a paso, las razones para usar un mtodo mejor que simplemente publicar cantidad.
Cuando señalo escritores, estoy indicando un tipo de usuario con vocación de escritor que tiene intenciones de que su material se difunda, se lea, sea conocido.
Dejo de lado el hecho que la calidad de su producción sea interesante o que estimule el comentario o cualquier intervención de otros escritores o lectores, la mayoría de los lectores hacen eso: leen; muy pocos dan señales de sus lecturas o presencias.
Luego entonces en este artículo es de interés específicamente para escritores, los que están en curso de serlo o los que escriben y quiere ser leídos, así como para los que trabajan o intentan la profesión de periodistas o blogger.
Lo primero, es comprender qué es este tipo de sitios, el Web 2.0.
La mayoría confunde esto con un blog, porque se les escapa las sutilizas de las diferencias, y porque se les escapa la razón por las que hay que conocer o interesarse en comprender las diferencias.
Un blog es una bitácora personal, una especie de diario en el que el escritor publica día a día sus entradas, cada entrada se coloca por encima de la anterior, en dirección de la lectura de la página, de arriba hacia abajo y nuevas entradas harán que las últimas de abajo desaparezcan.
Este sitio, como otros de su estilo en el que cualquiera puede registrarse permite sortear la atadura a las fechas y su orden, sus parámetros de medida son el apoyo con el voto de los lectores, cuando no hay votos, la posición en la tapa desaparece, así como también, no hay dueños, todos participan por igual.
Pero estas diferenciaciones son superficiales.
La verdadera utilidad de un medio como este a diferencia de los blogs, no sólo son tecnológicas, sino precisamente en la difusión.
Cuando se habla de difusión no se dice más otra cosa que cuando se busque un tipo de material como el de nuestra producción, se lo encuentre, pero de forma genérica, ya que es imposible que los millones de lectores conozcan el nombre de los escritores que estamos naciendo o que somos poco conocidos.
Esto implica que sería de desear que cuando se escribe: relatos, cuentos, cuentos de argentinos, se encuentre nuestro material; y es en ese sentido donde las diferencias de sitios Web 2.0, como este, muestra su mejor perfil en relación a los blogs.
La razón es que los robots de clasificación de contenidos de este tipo de sitio son diferentes al de los blogs.
En los blogs, las reglas son las mismas para todos, pero los sitios de catalogación de blogs son centenares, temáticos y a la mayoría hay que ocuparse de ingresar y colocar los datos del blog. Esto implica un trabajo administrativo enorme del que el dueño del blog tiene que tener conocimientos para hacerlo adecuadamente.
En cambio sitios como este no necesitan de ello, porque el tipo de robot realiza la labor con otras reglas.
En ese sentido, el escritor, el usuario, no se entera ni necesita saber nada al respecto más que pequeños detalles como el uso de etiquetas, que serán las que use el robot buscador para clasificar el contenido, aunque no el único.
Si de difusión de habla, hay que generar un modo de hacer interactuar todos estos medios de la manera en que resulte más cómoda la administración.
Para un escritor, la manera más cómoda significa todo su material en un solo lugar, y ese lugar debería ser propio. Y ese es el mayor equívoco con los blogs, el hecho de que se abre un espacio con nombre propio y de administración propia no implica que el contenido es propio, en ambos casos el contenido es público, entonces la idea de lo “lo propio”, hay que pensarlo de otra forma.
Lo propio, como recomendación, sería, tener el contenido en un solo espacio, poder usarlo todas las veces que se quiera, en cualquier otro medio, sin copiar ni pegar.
No copiar ni pegar es una premisa fundamental para la clasificación de nuestro material. Los robos buscadores no clasifican más que el contenido que es original, a todo lo demás lo tomará como plagio, y ello afectará la importancia que le dé al contenido. El original es el de fecha más antigua. Es tan importante este hecho que hay sitios especiales en donde se puede constatar que el material no está tomado de otro sitio, servicios que se ocupan de rastrear duplicaciones, así como lo podemos usar nosotros es exacto lo que hacen los robots, en cuanto encuentran un duplicado, declina la importancia de la difusión.
Es por ello que hay decenas de sitios que permiten publicar, pero en cada uno exigen que el material sea original y si no es así, no se lo admite.
Esa es la razón por la que recomiendo las redes arriba mencionadas, porque dentro de la enorme oferta de sitios para publicar, los mencionados ofrecen características que nos permiten la administración más escueta y que a su vez ofrece las mejores perspectivas de difusión.
Pero, hay que tener el orden que voy a especificar, para conformar una red de publicaciones que cumpla con todas las condiciones que he indicado: administración mínima, difusión máxima, no duplicación, contenidos que nunca pierden vigencia.
EL proceso sería el siguiente: las redes Sintagmas, Sociedaccion, NetInmobiliarias (ésta última solo admite material del sector de inmobiliarias), cuentan con un servicio que pone a disposición del escritor su propio material, en forma de código, para que pueda pegar ese código y llevarlo a las otras redes sociales, blogs, sitios.
El contenido está en un solo lugar, en una sola de las redes, pero al pegar código, se podrá leer en cualquiera de las otras, con lo que los robots buscadores, basta que ingresen a cualquiera de las publicaciones para se deslice en todas las demás, y de este modo se captura su atención para que recorra todo nuestro material en cada visita a la página.
A la vez, se consigue que el lector mismo, tenga todo el material también visible para leer en la misma página que encontró, sin necesidad de desplazarse a ninguna otra.
Entonces, una vez publicado en Sociedaccion, por ejemplo, en el botón de abajo, donde se indica recursos, se baja un documento que muestra, visualmente, paso a paso, cómo se consigue el código para publicar en cualquiera de los otros sitios ese material que se acaba de publicar en Sociedaccion.
Los códigos disponibles son varios, pero los que son básico, los que son interesantes para usar serían los que mostraran estos: 1. el contenido total del artículo que se acaba de publicar. 2. El listado total de artículos de mi autoría.
Con estos dos códigos, cada vez que el buscador ingresa a la página recorrería todo el material publicado.
Si en cada publicación de agregan los mismos códigos, cada página y las anteriores muestran todo el material que tengo publicado. El efecto de esto se puede ver en cualquiera de las publicaciones que usa este método, un ejemplo de ello es esta misma en la que si se rola la pantalla hacia abajo podrá verse el resto de las publicaciones con este usuario, así como este artículo mismo.
En otro tipo de sitios, conocidos por publicar contenido, el problema es que el material sirve una sola vez y tiene que estar publicado en esos sitios, en uno solo, en cambio con publicar en Sociedaccion o Sintagmas, mediante código permite reutilizar el contenido cuantas veces se quiera incluso en el mismo sitio, sin cortar ni pegar, con el plus de que si hay que corregir o cambiar, no tendría que ir a modificar todas las otras publicaciones donde copie el material.
La administración es en un solo espacio.
Cada publicación suma a la lista de publicaciones a su vez está en todo el resto de las publicaciones, con lo que nunca nada de lo publicado anteriormente queda obsoleto como en el caso del blog.
Al principio el procedimiento es aburrido, quizás complicado, pero una o dos veces que se usa, se vuele costumbre y en poco tiempo se tiene todo el material en todos lados sin necesidad de usar hipervínculos o que el lector tenga que adivinar o buscar en dónde está. Todos los contenidos están en el mismo lugar que está leyendo.
Este artículo es un ejemplo de ello, a partir de aquí y hacia abajo se verá el contenido que muestran los códigos que quise incluir.
