Recién se hablaba de Chrome , ni siquiera se tenía pensado que venía el Android, cuando me preguntaron si usaría Chrome y yo dije que no, era darle demasiado poder a una sola empresa.
Mi presunción fue modesta, al poco tiempo, apareció Android y mucho antes de que comenzáramos a conocerlo, había pactos con la mayoría de las empresas de hardware para que las notebooks nuevas, aparecieran con ese sistema operativo.
Era demasiado tratar de penetrar los ya conquistados terrenos de Windows y Apple de PC, las tablets, fue una buena jugada.
El hecho es que hoy, Google, tiene el mercado tomado de buscadores, publicidad, gestores de correos, sistema operativo browser de navegación por Internet.
Todo lo cual constituye un conglomerado monopólico de lo más importante: con todos ellos tiene la información de todos los usuarios en todos los medios que usan Internet.
No caigan en la ingenuidad de creer que los mails son privados, que no los leen, o que no se envía información desde sus sistemas operativos a sus sistemas comerciales.
Todos han notado que penas enviás un mail sobre que te gustó una película para que la siguiente vez que abris un mail te aparece publicidad de películas, y así, con cualquier tema que hayas tocado en el mail.
La cosa es de discutir, porque en los hechos, no lo ha leído una persona, sino un programa, que ha decodificado tu mensaje, pasado por un proceso de análisis semántico, decodificado y clasificado, todo eso en un segundo, para enviar la información al proceso correspondiente que dispara un recurso que te envía una publicidad.
No deja de ser extraordinario y a la vez, de temer.
En algún momento comenzará la discusión sobre si el uso de la información de tus mails por parte de procedimientos es invasión de privacidad, pero lo que sí, cuando se abre una cuenta en Google, en los términos y condiciones indica que es de uso gratuito, pero estás aceptando el uso que ellos decidan del servicio, sin que esto implique aclarar, que “servicio” es contenidos.
Nadie tiene muy clara la cuestión.
Por ahora, Google, es la segunda empresa en mejor cotización en la bolsa, 400 mil millones de dólares, representa, con un valor de más de 1180 dólares por acción. Superando a empresas petroleras.
Es un momento paradójico. Sin energía Google no existiría, pero cotiza más que las empresas de energía.
Paradojas de los negocios.