La mayor red social, Facebook tomará la posta de la aplicación de mensajería más utilizada, WhatsApp; movimiento interesante porque al Facebook ya le vienen pronosticando caídas desde que cotizó en bolsa y un movimiento de este tipo, además de tapar algunas bocas, abre otras.
Lo interesante es analizar la situación de los usuarios, me parece.
La aplicaciones de red social, sin duda con un colector importante de intereses del consumidor, Facebook y Twitter, son dos de las que mejores posibilidades tienen, luego de Google, con la diferencia que mientras que las redes sociales tiene contenido efectivo, Google se contenta con clasificar ese contenido, no es poca cosa, pero es como una “basurita” en el ojo.
Google intentó generar las condiciones beneficiosas que Twitter obtuvo con su simple “sígueme”, aplicando la idea a su Google+, y con Picassa y otros, la posibilidad de subir fotos y videos, entre otras aplicaciones.
El asunto es que el Twitt es un medio que en origen y objetivo son los dispositivos móviles, trascendió eso y se metió en todos los dispositivos, PC, notes, tablets, etc; y fue lo mejor que pudo haber hecho, los números llegaron a la estratósfera.
La razón es simple, aprovechar lo que ya estaba en función y con éxito, el SMS, que consistía en una forma de lenguaje reducida, a veces ininteligible, para poder digitar rápido en una forma de comunicación que lejos de volverse registro de tribus mínimas, se difundió tanto que está prácticamente echando a perder el lenguaje escrito.
En vez de reducir el lenguaje el Twitter redujo la cantidad de caracteres que se pueden ingresar; incluso, ya casi nadie recuerda el objetivo primordial, en los SMS la gente preguntaba: qué estás haciendo…era la frase más utilizada, en el Twitter, se ahorraba la pregunta, se suponía que el que twitteaba estaba contestando esa pregunta, y se ahorraba el tener que hacerla, escribir en Twitter presuponía estar contestando esa pregunta.
Pero, como muchas redes sociales, se escapó del objetivo inicial y fue configurándose a sí misma.
Produjo más que una revolución en las comunicaciones, produjo que se desarrollara en ese formato centenares de propuestas en todo los órdenes, por dar un ejemplo, difundió, amplió, mutó el género de la microficción.
WhatsApp, viene ser una mutación de aquél, la diferencia además de tecnológica, es de libre cantidad de caracteres.
Pero volviendo al comienzo, por qué Facebook, representada por su creador Mark Zuckerberg, está interesado en una aplicación que compite con su mismo Facebook Messenger, seguramente apoyo de usuarios.
Ese misterio que hace que los usuarios adquieran el uso de un producto y no otro. Ese misterio que hace que de la nada una idea se vuelva un negocio, es la razón más obvia.
La comunidad, con sorpresa, parece apoyar positivamente la compra, en apoyo de una de las pocas empresas que enfrenta a Google en igualdad de condiciones.
El poder que Google despliega está resultando algo peligroso al decir de organizaciones que previenen sobre la concentración de datos en una única empresa.
En ese sentido, esperamos que tenga éxito la propuesta.