¿Cómo podemos quererlos si nos arrancan la vida?
¿Cómo no invocar a mil demonios que se los lleven?
¿Cómo dejamos de estar inermes ante esta canalla?
¿Cómo no detestarlos y desearles lo peor día a día?
¿Cómo dejar de implorar por un acabose que los arrase?
¿Cómo no rogar que una centella les escupa la vida?
¿Cómo hacer para evitar que la amargura nos ahogue?
¿Cómo no llorar impotente ante tanta vileza gratuita?
¿Cómo respetarlos si nos irrespetan hasta la muerte?
¿Cómo no esperar que un infierno los desaparezca?
¿Cómo apartarse de esta hiel que nos apaga el alma?
¿Cómo no desearles larga vida hasta que se acaben?
¿Cómo rescatar este vergel convertido en tierra yerma?
¡Carajo, si hasta la buena fe nos han emponzoñado..!
© Alfredo Cedeño