Cansancio sin mucha explicación, que tiene la excusa perfecta, es el final del horario laboral, señales en el cuerpo de estar atrapado en la ropa, falta de aire, cambio de temperatura sin que la temperatura real parezca intervenir, desazón estomacal que parece que interviene en el ánimo y se intenta resolverlo con alimentos inconvenientes, chocolates, o alimentos chatarra, snack, y una necesidad de distracción, de no pensar, de distraerse con cualquier cosa.
Estamos con todo lo síntomas alimenta la fobia social, decanta en los efectos físicos más molestas, párpados cansados, sensación de molestia en los ojos, sofocos, sudor frío o calor excesivo, pasando de uno a otro casi sin transición.
Y el peor de todos los síntomas, el pensamiento repetido de: ¿y todos estos años para esto? ¿Tanto esfuerzo para llegar a qué? ¿Tanto estudio para no llegar a nada?
El origen de estos sentimientos suele ser la decepción, la personal, es la de estar consciente de no cambiar nada para el mundo, el sentimiento de que la propia presencia no hace ninguna diferencia y las actividades que desarrolla, ya sea para una empresa, o para clientes o para una cadena de objetivos, tendría el mismo resultado si uno no estuviera aportando lo propio.
El escepticismo sobre la importancia de la ética, y por lo tanto su desvanecimiento, construyen un trabajado con el síndrome de fobia social, los intereses económicos, la falta de ética y sobre todo con productos que hacen mal a la salud, pero que se comercializa igual, por la cadena de consecuencias económicas que implica una larga cadena de responsables, bancos, corporaciones, compañías, aseguradoras, abogados, compañías de energía y así, la larga cadena desde que un producto es una idea hasta la realidad, es casi imposible de revertir, por lo que una vez en una dirección, un producto, aunque cause mucho daño, no se puede erradicar, y no se puede confiar ni en la ética ni la conciencia de los consumidores, para muestra baste el cigarrillo, que produce más muertes en el año, por enfermedades derivativas, que cualquier otra, y mueve un sistema multimillonario que beneficia a los que más tienen, si embargo, fumar sigue siendo socialmente aceptado, cuando debería estar tan prohibido como cualquier droga, siendo que es peor, ya que mata al que lo usa y a los vecinos, sin embargo, la fobia social, actúa y de repente el poco de respeto de cada uno comienza a ser indiferente con el otro.
La fobia social aparece cuando la fe en los otros, es confirmada por los otros, rasgos deformados de la corrección social, ahora cambiados, pero por lo mismo, más agresivos, las personas se auto permiten falas de éticas, se quejan de errores que ellos mismos cometen; el otro no importa, importa uno.
La fobia social, tiene su doble cara en tanto se produce sobre el otro, y el otro percibe la de uno con los mismos factores.
La fobia social es un efecto de se alimenta a sí mismo tal como un Ouroboro.