Sombra tiene un gusto desarrollado en arte, sin duda su preferido es Roger Dean. No sólo ronronea de felicidad, sino cuando está estresado o algo le duele, es su mecanismo de autosanación, además de una forma de comunicación. Me demuestra cada vez que la rutina no es la mala de la película, sino una forma cómoda e inteligente de sobrevivir. Lo mejor es cuando decide compartir su botín conmigo y viene con un murciélago entre los dientes, porque aunque me da cosa es un preciado tesoro que comparte con la persona que más ama.