Lo primero que debe comprender el empresario o persona que emprende el proyecto de un diseño de sitio es que el sitio debe presentarse correctamente ante los buscadores, de nada sirve tener un sitio original, espectacular, si los buscadores no lo pueden clasificar y por lo tanto incluirlo en su catálogo a mostrar ante requerimientos de búsquedas.

No es suficiente estar indexado, sino que éxito significa que se aparece entre las 3 primeras páginas de los resultados de búsquedas.

Esto implica por una parte conocer las palabras con que los usuarios nos buscaran, la otra es que Google comprenda que nuestro sitio responde a esa consulta, y además, está competentemente mejor que otros sitios con los mismos productos, servicios o respuestas a preguntas.

Es en estos puntos en donde el diseño del sitio comienza su vida útil, hacer un sitio que sólo es una carta de presentación, por decir “estoy en internet”, es poco resultado para el esfuerzo.

Luego, queda poco claro, para el empresario o usuario, con qué personal, recursos humanos y profesionales o actividades debe tener en cuenta para estar entre los privilegiados que aparecen entre las primeras búsquedas.

Usualmente se comienza con el diseño del sitio, contratando a un diseñador web, lo que es un error que luego se paga caro; lo espera el ostracismo o la inutilidad del esfuerzo en haber creado el sitio.

Lo primero que hay que saber es cuáles serán las condiciones que debería cumplir el sitio en el rubro que se propone para superar a la competencia y pelear el espacio del posicionamiento web.

Los empresarios deben saber que eso no se logra de casualidad ni se puede ignorar, el fracaso de los sitios es el fracaso de ignorar qué es éxito en Internet.

La salida fácil es “dejarle” al que sabe, sin comprender qué profesional debe contratar, asignándole la tarea a cualquiera que “le parece” sin comprender el alcance o el necesario conocimiento, sobre todo porque los diseñadores web, no tocan el tema del posicionamiento.

Usualmente cualquiera que diseña sitios, es la persona a la que se contrata, con el factor costo como único criterio, para darse cuenta al tiempo que de nada le sirve un hermoso sitio si no es visitado por el cliente.

Las campañas domésticas que emprenden los dueños de negocios o empresarios comienzan con los familiares y amigos, y probablemente en redes sociales, donde está el mismo perfil de usuarios, familiares y conocidos; para terminar filosofando en el poco apoyo que se recibe en las redes sociales, bajo la idea fantasiosa que el compartir o el “me gusta” son el método para mejorar el negocio.

El cliente propio de un negocio no está entre los que ya nos conocen, para esos, el sitio es una mejora, pero como ya conocen el negocio tendrán formas de acceder a él, fuera de Internet.

Los sitios web se diseñan para el que no nos conoce, para el que busca el producto, servicio o información que nosotros le podemos brindar en nuestro sitio, pero que no tiene ni idea que nosotros existimos.

Entrar por la puerta del éxito significa que cuando un usuario escribe en los buscadores palabras para buscar lo que ofrecemos en el sitio, muestra nuestro vínculo entre las 3 primeras páginas. Es la diferencia entre tener un sitio, carta presentación y un sitio unidad de negocio útil, que mejora la comercialización de nuestros productos, servicios o información.

Un criterio importante para elegir el profesional que garantizará el éxito del sitio es escribir en Google: posicionamiento en buscadores, los vínculos no pagos que aparecen en las 3 primeras páginas, serán los adecuados para la tarea.

  Ana Abregú

www.anaabregu.com.ar

www.datagestion.com.ar

http://posicionamientoenbuscadores.datagestion.com.ar

Ana Abregú