El primer proyecto de este astillero lo impulsó el Estado Nacional en 1910 otorgando una concesión por 99 años a la empresa inglesa Vickers Sons & Maxim para desarrollar un astillero en Río Santiago, pero nunca llego a concretarse.
En 1934 la Comisión de la Marina Mercante dio impulso a un plan específico e integral de construcciones navales que se llevaría a cabo posteriormente en Puerto Belgrano, Tigre, San Fernando y en Río Santiago, Ensenada. La entonces Marina de Guerra ordenó la construcción de los rastreadores Parker, los cuales deberían desarrollarse íntegramente en el país. Para ello se utilizarían dos astilleros privados y un astillero estatal que condujera todo el operativo: los planos, las directivas, los equipos y materiales. El astillero líder fue Talleres Generales de la Base Naval de Río Santiago, auténtica partida del actual Astillero Río Santiago, cuyo diseño y dirección se confió al Capitán de Fragata Ingeniero Edmundo Manera, reconocido como una de las más importantes figuras de la industria naval argentina de todos los tiempos; así como lo fue su continuador, el Capitán Carranza, conductor del astillero durante sus años de mayor producción y productividad.
Al mismo tiempo que se avanzaba en la construcción del astillero, se intensificaba la formación de nuevo personal y el perfeccionamiento del existente en todos los niveles y especialidades con vistas al futuro (operarios, técnicos, trazadores, dibujantes, ayudantes de laboratorio, almacenistas, etc.).
El paso más importante en cumplimiento de aquella finalidad fue la creación de una escuela de artesanos. A ella ingresaban aprendices (entre catorce y dieciséis años de edad) que egresaban luego de cuatro años con el grado de ayudante obrero. Fuera del horario laboral, recibían la instrucción técnica, impartida por maestros de enseñanza primaria y técnicos del establecimiento, y aprendían la artesanía de su predilección bajo la guía de un capataz del taller correspondiente designado a tal efecto.
El ARS era un establecimiento industrial en poder del Estado que funcionaba con un régimen de trabajo acorde a los parámetros de una gran empresa industrial. Ante ello, por decreto 10.627 del Poder Ejecutivo, con fecha del 15 de junio de 1953, y por decisión del entonces presidente Juan Domingo Perón, se creó Astilleros y Fabricas Navales del Estado (AFNE), empresa integrada por el Astillero Río Santiago (ARS) y la Fábrica Naval de Explosivos Azul (FANAZUL), con dependencia del Ministerio de Marina. Ubicado en la ciudad de Ensenada, provincia de Buenos Aires, sobre el Río Santiago, el ARS comprendía en aquel entonces unas 229 hectáreas y 55 áreas productivas. Cuando se completó su construcción, el ARS contaba ya con talleres de calderería, herrería, mecánica (tornería y ajuste) con dos centros de mecanizado únicos en aquel momento en el país, cobrería, estructuras, electricidad, fundición de hierro y acero especiales, carpintería de blanco y de ribera, además de las grúas en gradas y muelles, playas de materiales, central de fuerza (usina eléctrica, vapor, aire), dique y grúa flotante, almacenes, vestuario, comedores, etc.