He probado escuchar el partido sin mirar, las causas se las podría asignar a la construcción de una cábala, pero no ha dado resultado, terminé mirando, de rabillo, de pasada, la repetición de los goles, escuchando los comentarios y tratando de hacer foco en aquello que les llama la atención a los comentaristas que son los que saben y están atentos.
Lo que no me banco, y esto lo pienso desde los carteles en Buenos Aires, es el relato preponderante sobre Messi.
Sí , es buen jugador, hace bien las cosas, pone garra, pero hay 11 jugadores.
Escuché eventualmente que alguien se daba cuenta que existe un Mascherano, que acomoda el espacio para estar donde debe.
En el primer partido, contando con un Messi parado que esperaba mayormente que le acomodaran la pelota en los pies, Higuaín inyectó lo necesario para despertar ambición en el segundo tiempo.
Es un poco injusto que no se contemple las individualidades cuando se trata de los halagos, pero se pida funcionar en equipo cuando muchos opinan que la cosa va mal.
Es decir, Messi es siempre el mismo ídolo sea que esté parado como cuando está en el banco, como pasó en el partido contra Nigeria.
Pero el resto recibe todo tipo de crítica, en el mejor de los casos, en el peor, ni se los menciona.
Los resultados favorecen a Argentina, por ahora, pero no hay caso, las críticas son extrañas, sobre todo cuando hay equipos a esta altura, que no son fáciles.
Todos están en el mundial de futbol porque se lo ganaron, son rivales más o menos mejores o peores, pero con un equilibrio como no ocurrió nunca antes de un mundial.
Justamente eso es lo más interesante, que las posibilidades de llegar está en cualquiera de los equipos.
Luego, el hecho de que la mayoría de los países Europeos se tuvieron que volver, da que pensar.
Los jugadores que hoy están en la selección Argentina, son los mismo que le dan brillo a los equipos del exterior.
En este mundial, habrá que pensar que hay que generar mejores posibilidades con jugadores propios, el hecho de que los jugadores están desperdigados por el mundo da una sensación de buen futbol en el resto del mundo, pero a la hora de la verdad, hay unas pocas estrellas que brillan para sus países.
Y Messi no es la única estrella, lo son los 10 que lo acompañan, a ver si alguien coloca la imagen de toda la selección, completa en los carteles de la ciudad.
En mi mundo, en un bar, leyendo, las divagaciones le pertenecen al futbol y la cábala de no interesarme demasiado por el partido no estuvo dando mucho resultado.